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Las personas intersexuales nacen con características biológicas que no se ajustan a lo que tradicionalmente se considera “femenino” o “masculino”. La intersexualidad puede aparecer de muchas maneras diferentes, y ser intersexual es tan común como tener cabello rojo. 

Algunas personas intersexuales experimentan pubertades típicas, mientras que otras tiene experiencias diferentes durante la pubertad. Aquellas personas con síndrome de insensibilidad androgénica (SIA) y el síndrome de Turner, pasan por la pubertad más tarde de lo usual o no pasan por todos los cambios típicos de la pubertad, como el crecimiento del vello. Otras personas intersexuales -como aquellas que tienen el síndrome Swyer-, no pasan por la pubertad, a menos de que usen terapia de reemplazo hormonal. Las personas con Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH) pueden no darse cuenta que son intersexuales hasta la pubertad, cuando no les baja el periodo como esperaban. 

Algunos niños con SIA o síndrome de Klinefelter pueden desarrollar tejido mamario (de senos) durante la pubertad. Por otro lado, algunas niñas con deficiencia de 5-alpha reductasa pueden notar que su voz se pone más gruesa o que les sale vello facial. En estos casos, algunas personas deciden usar medicamentos para corregir estos cambios  y otras personas eligen no hacerlo. 

Recuerda que ser intersexual es normal y sano. Los cuerpos de muchas personas no se ajustan a las ideas limitadas que alguien puede tener acerca del sexo y el género. Tú eres la única persona que decide cómo quieres que sea tu cuerpo. 

Algunas personas intersexuales se sienten menos solas y más cómodas con su cuerpo cuando pueden hablar con otras personas que comparten su identidad y experiencias. Checa InterACT (sitio web en inglés con recursos en América Latina en español) para obtener recursos y apoyo.